Si tienes algún inmueble en propiedad y te estás planteando venderlo, el primer paso, y que seguro que más te ha costado es decidir cuál será el precio de salida al que lo pondrás a la venta. Para ello es posible que te hayas apoyado en diferentes variables como los metros cuadrados, la ubicación, el precio de inmuebles similares, el estado actual del mercado… y posiblemente también su valor catastral.

Pues bien, si este es tu caso, seguramente hayas escuchado que el valor catastral siempre será inferior al de mercado y que no debes guiarte por él a la hora de decidir un precio adecuado para establecer el precio de venta de tu vivienda.

El valor catastral es un valor administrativo que depende de cada comunidad autónoma y que incluye el valor del suelo y el de las construcciones teniendo en cuenta los datos existentes en el catastro inmobiliario tras aplicar unos determinados coeficientes correctores.

Por tanto, es normal que habitualmente difiera este valor con el precio de mercado de un inmueble ya que para Catastro se tienen en cuenta unos datos objetivos y estructurales que no tienen por qué corresponderse con la realidad inmobiliaria.

Donde sí afecta este valor catastral a la hora de vender un bien inmueble como una vivienda, es en los impuestos generados a raíz de este hecho como la Plusvalía Municipal o el IRPF, dependiendo de si ha existido una pérdida o una ganancia patrimonial.